El Asunto del Aborto
El tema moral del derecho al aborto es uno que toca las mismas fibras de nuestra sociedad puertorriqueña, dado la corriente conservadora y tradicional que ha permeado en los pasados siglos. Sin embargo, las influencias modernas y la habilidad de facilitarse un aborto han causado un cambio en la mentalidad de las generaciones presentes. Las posiciones extremadamente radicales a favor y en contra del aborto requieren que cada persona asuma una de las dos posturas. Siendo que el aborto es un proceso irreversible, la que lo abrace debe estar convencida que es lo que realmente desea. Hasta hace poco Puerto Rico era una sociedad conservadora y tradicional, donde la mera mención de un aborto no era bien aceptada. Las creencias judeo-cristianas prohíben el aborto, visto como la muerte de un bebé no nacido. El Papa de la Iglesia Católica Romana repudia el aborto y la iglesia cristiana protestante basada en la Biblia confiesa que Dios es el Dador de la Vida, el Único que puede dar o quitar la vida. La Biblia enseña que Dios conoció al ser humano desde el vientre. Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué. [Jeremías 1:5] Este verso indica que el hombre está vivo desde su estado fetal y que desde entonces es importante para su Creador.
La Madre Teresa comentó sobre el aborto: “La decisión a favor del aborto ha deformado un gran nación – ha puesto a las madres contra los hijos y a las mujeres contra los esposos. Ha sembrado violencia y discordia en el corazón de las relaciones humanas más íntimas. Ha aumentado la decadencia del rol paternal en una sociedad ya carente de la imagen paterna. Y ha proyectado el mayor de los regalos - un hijo- como un competidor, un intruso, una inconveniencia… Al otorgar este poder ha expuesto a muchas mujeres a las demandas injustas y egoístas de sus maridos o parejas sexuales. Los derechos humanos no son privilegios conferidos por el