¿Se ha sentido usted marginado de un grupo simplemente por actuar distinto a todos los demás integrantes y pesar de eso se siente feliz porque hace lo que realmente le gusta?
Desde que Mumble, el protagonista de la película Happy Feet, rompe su cascarón y mueve rítmicamente sus pies, se muestra diferente al resto de la colonia de los pingüinos emperador en el medio de la Antártica. En un comienzo parece que será muy fácil cambiar su peculiar forma de expresarse, gracias a los instructores especializados de canto y a que todos los demás pingüinos de su generación saben cantar en forma natural. Sin embargo al poco andar se descarta que sea posible lograr que él cante y que deje de bailar.
Producto de este hecho Mumble decide aislarse para poder bailar, que es lo que a él realmente le fascina. Este aislamiento, a pesar de ser muy riesgoso para su sobrevivencia, paradojalmente le permite ampliar su marco de conocimiento respecto al entorno donde habita la colonia de pingüinos. Este hecho resulta fundamental para que posteriormente sea capaz de elaborar una teoría que le permitirá enfrentar y recorrer un largo y duro camino que terminará por resolver la crisis alimenticia que se acentúa año tras año.
Mumble, se transformará en un agente de cambio que romperá muchos mitos que se habían transformado en verdades incuestionables impuestas por el grupo de pingüinos mayores, que operan como un consejo superior. Este consejo decide expulsar a Mumble de la colonia, consignándolo como causante de la escasez de peces debido a su afición por el baile y su incapacidad de cantar, cosa que desagrada al Dios que ellos adoran.
Mumble se aleja, acompañado por un grupo de otra colonia de pingüinos que lo acogen y ayudan en su búsqueda de cómo resolver la falta de alimento que afecta a su colonia. Su objetivo es encontrar a los responsables y lograr comunicarse con ellos para que los peces regresen. Al llegar a su destino descubre que deberá recorrer el