El marketing ecológico o “green marketing” es una nueva tendencia que fija su lineamiento bajo el criterio de satisfacer las necesidades de los consumidores con concienciación medioambiental, en este sentido se cita a Lorenzo (2002) para quien cualquier organización que desempeñe una actividad en la sociedad es también responsable de ella, aquí radica la importancia de introducir la variable del marketing ecológico en la planificación estratégica.
La concepción de un producto, desde su fabricación, sus procesos productivos e incluso otras áreas de la compañía deben incluir criterios medioambientales que generen una imagen positiva de la compañía hacia el planeta, de esta manera un sistema de gestión ambiental dirige sus responsabilidades a prevenir los efectos negativos de la actividad productiva de una organización, promoviendo acciones que mantengan o mejoren la calidad ambiental.
Una organización que planifica en torno a un sistema de gestión ambiental, puede tener varios objetivos, enfocando dichos esfuerzos a la mejora de su imagen corporativa, por ello, es imperioso un comportamiento ambiental proactivo, lo que significa que una empresa debe manejarse con un alto nivel de dinamismo, frente a su problemática ambiental. Una organización debe ser consciente de los daños ambientales que generan los procesos de producción de modo que deben apuntar a un plan estratégico que incluya la gestión ambiental o el marketing ecológico, es así como, los elementos de la gestión ambiental tienen un fuerte papel en la planificación estratégica de una compañía como un factor prominente dentro de la misión empresarial.
La visión estratégica nos permite visualizar hacia donde se dirige una empresa, es decir pensar estratégicamente como la empresa debe satisfacer las necesidades de sus clientes en un futuro, en este sentido se destacan mecanismos como la reinvención e innovación, adaptabilidad,