Alan Turing, matemático e informático teórico de origen ingles, considerado el padre de la inteligencia artificial, publico el artículo “Computing Machinery and Intelligence” en la revista Mind en 1950, donde se hace la siguiente pregunta:
¿Pueden las maquinas pensar?
Primero que nada puso en claro los términos de máquina y pensar, a partir de eso expresó su convicción de que las computadoras eran capaces de imitar perfectamente la inteligencia humana y que tal hazaña la realizarían hacia el año 2000.
Turing aborda el articulo bajo sus perspectivas y principios, al igual menciona los puntos de vista de otros analistas a los cuales llama objeciones, estas son de tipo teológicas, matemáticas, la de la cabeza en la arena, la de Lady Lovelace, el de la informalidad del comportamiento, el de la percepción extrasensorial, así también se menciona argumentos donde habla de la conciencia y diferentes incapacidades relativas a las maquinas.
Las maquinas son capaces de llegar a resolver problemas tan complicados como el hombre codifique, programe, adapte, sistematice el comportamiento de las maquinas en base a las entradas que esta reciba y no tomar decisiones propias de libre albedrio como lo hace una persona. Como ejemplo podemos mencionar una película de ciencia ficción de hace algunos años, I robot, en la cual un científico investigador dedicado a la creación de robots, construye uno con la capacidad de sentir o intenta imitarlo y tomar decisiones mandadas por sus sentimientos y su corazón.
En conclusión las objeciones más fuertes que nos dice que una maquina no puede pensar, son las que marcan que no puede sentir, no percibe el sabor de una victoria, algún logro obtenido, tener conciencia de lo que hace, en pocas palabras carece de sentimientos; sin embargo no se descarta la posibilidad de que en algún momento en el tiempo la tecnología pueda llegar a un grado en el que se pueda hacer que una maquina tenga inteligencia.