La percepción social de las acciones criminales que ocurren en nuestra sociedad está creada por medio de las noticias, los periódicos, y los otros medios de comunicación, cuyo objeto es manipular e interpretar las circunstancias de cada cuestión. La legalidad y la imposición de la pena de muerte es una de varias preguntas controversiales que existen en el mundo de hoy. Más recientemente, en el año 2005, la gente estaba enfocada en el caso de Michael Morales, donde su ejecución fue postergada indefinidamente. Otra vez, este caso provocó el discurso sobre la utilización de la pena de muerte en nuestra sociedad. Mientras parece que este caso se trata de la legalidad de la pena de muerte y el uso de la inyección para ejecutar a un ser humano, en realidad este caso de asesinato tiene más que ver con la protección de los testigos a la cruel verdad y no a los derechos del criminal.
Por el paso de tiempo, es muy interesante ver como los pensamientos de nuestra sociedad sobre la pena de muerte han cambiados. En un país donde era común ahorcar a sus ciudadanos, como en los juicios de las brujas en Salem, Massachussets, ahora la idea de castigar a uno por medio de la pena de muerte es algo muy controversial. La práctica del castigo capital en los Estados Unidos, como ha sido probado por la controversia actual del caso de Michael Morales, nunca podrá ser considerada humana. Cameron Sturdevant, un activista con la campaña para terminar la pena de muerte dijo, "As it turns out, trained medical professionals agree that there is no humane way to murder someone" (Terzakis). Sin embargo, después de violar, batir, apuñalar, y finalmente matar a Terri Winchell, una muchacha de diecisiete años, uno pensaría que cualquier concepto de la humanidad sería retirado del cuadro. Cuando entramos en la sociedad civilizada, somos limitados por ciertas distinciones que uno percibiría como moral, y por supuesto, lo que no está