Caso de estudio #3: “Vichy Homme: El desafío de desarrollar mercados incipientes”
1.- ¿Cómo definirían el mercado de la cosmética masculina global en términos de consumidores (desde el lado de la demanda)? ¿Cómo lo definirían en términos de productos (desde el lado de la oferta)?
El mercado de la cosmética masculina está dado por la evolución de los distintos perfiles del hombre moderno. El metrosexual es el primero en diferenciarse y nace como tendencia en el ’94, aunque el término se masifico en 2002. Se caracteriza por ser un hombre de la urbe, joven, con dinero para gastar y que se toma a sí mismo como objeto de amor: para él, cuidarse es un placer. A mediados de 2005 surge la definición del perfil ubersexual: un hombre urbano socialmente activo y preocupado por su imagen que empieza a cuidarse desde temprana edad como un “deber ser”.
El nuevo perfil del hombre moderno no supone un cambio drástico respecto del "metrosexual", pero al perder su enfoque narcisista, comparte nuevos intereses con su pareja, como ser el cuidado personal.
El mercado de la cosmética masculina global en términos de consumidores está en pleno crecimiento y cuenta con un gran potencial dado que, según un estudio de L’Oreal, un alto porcentaje de hombres hace “algo” para lucir mejor. Esta conducta está confirmada en el mundo con un crecimiento del 4% en 1990 al 25% en el 2004 en Europa, EEUU y Asia. Mientras que en Argentina a este producto se lo considera marginal, para el caso del L’Oreal solo representa el 2% de la facturación total.
La cosmética masculina tiene mucho para seguir desarrollando, por lo tanto, desde la demanda podemos definir que es un producto agregado, ya que a pesar que no es un mercado maduro, tiene consumidores sofisticados.
El producto, desde la oferta, podría ser divido en 3 segmentos principales:
- De lujo: apunta a satisfacer las necesidades de imagen, sueño y satisfacción personal. Comercializado principalmente en perfumerías.
-