Existen tres formas legales de organización de los negocios. Estas formas son negocio de un solo dueño, sociedad y corporación. El negocio de un solo dueño, por lo general, el dueño y el gerente son las mismas personas. Una sociedad es cuando dos o más personas se unen en un negocio. Una corporación es una persona legal separada y distinta de los propietarios. La corporación puede hacer contratos, vender acciones y comprar y vender propiedades (Brealey, Myers, & Marcus, 2001).
Independientemente de la organización del negocio, una compañía para sobrevivir y prosperar debe satisfacer a sus clientes. Además, debe producir y vender productos y servicios para obtener ganancias. Para poder llevar a cabo sus operaciones, la compañía necesita de varios activos. Éstos activos pueden ser tangibles, como las máquinas, equipos, terrenos, oficinas y otros. Además, pueden ser intangibles, tales como los conocimientos técnicos, marcas y patentes. Para obtener dichos activos la empresa debe pagar por ellos. Es por eso que para obtener el dinero necesario, la empresa vende activos financieros o valores (Brealey, et. al., 2001).
Rol del Gerente Financiero
En las empresas el gerente financiero tiene un rol importante en la toma de decisiones de cuáles activos comprar y cómo pagar por ellos. De esta manera, ayudan a las empresas a llevar a cabo los negocios. Esto significa que la decisión de invertir en los activos y la forma de pagar por dicha inversión es responsabilidad del gerente financiero (Brealey, et. al., 2001). En las corporaciones en donde los accionistas generalmente no participan de manera directa en la toma de decisiones diarias del negocio se emplean gerentes. La misión de ellos es representar a los propietarios o accionistas y tomar las decisiones en el bien de sus intereses. Por lo tanto, el gerente financiero debe considerar cuáles inversiones a largo plazo deberá emprender y los tipos de edificios, maquinaria y equipo que